Escribe María José Pou un espléndido artículo en el que viene a decir que las excusas que se dan para justificar el uso de la violencia, lejos de arreglar las cosas, las empeoran, al considerar al otro como digno de maltrato. Explica que quienes mataron a la indigente primero le negaron la dignidad y el respeto. Acaba diciendo que se parte de una superioridad que permite maltratar al otro.
En ese mismo orden de cosas cabe considerar como menosprecio al otro la resolución del Parlamento Vasco, que reclama una paz sin vencedores ni vencidos. Menosprecio al otro es mirar lo que tiene en lugar de lo que vale. Menosprecio al otro es no saber valorar una sonrisa. Menosprecio es pasar por encima del dolor. El menosprecio al otro forma parte de nuestra vida cotidiana. Vivimos en una sociedad en la que la meta es ser más, no ser mejor. Se buscan excusas o motivos para poderse considerar más que el prójimo y para ello se utiliza todo tipo de técnicas o tácticas no precisamente nobles. Luego, nos asombramos de que a algunos se les vaya la mano.
En ese mismo orden de cosas cabe considerar como menosprecio al otro la resolución del Parlamento Vasco, que reclama una paz sin vencedores ni vencidos. Menosprecio al otro es mirar lo que tiene en lugar de lo que vale. Menosprecio al otro es no saber valorar una sonrisa. Menosprecio es pasar por encima del dolor. El menosprecio al otro forma parte de nuestra vida cotidiana. Vivimos en una sociedad en la que la meta es ser más, no ser mejor. Se buscan excusas o motivos para poderse considerar más que el prójimo y para ello se utiliza todo tipo de técnicas o tácticas no precisamente nobles. Luego, nos asombramos de que a algunos se les vaya la mano.
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1 comentario:
Algunas personas son mejores que otras porque han aprendido a serlo.
Las que son peores pueden sentir que conseguirán aprender a mejorar, o pueden sentir, simplemente, rencor y odio.
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