viernes, enero 28, 2005

El valor de la palabra dada

En el año 250 adC los cartagineses enviaron una embajada a Roma, ofreciendo la paz a cambio de la vida del cónsul Marco Atilio Régulo, al que habían hecho prisionero. Éste pidió acompañara a la embajada cartaginesa, lo que le fue concedido bajo palabra de que si Roma no aceptaba regresaría para ser ejecutado. Al llegar al Senado romano, y ante la sorpresa de sus captores, Régulo pidió a sus conciudadanos que continuaran la guerra.
Luego, cumplió su palabra y volvió a Cartago, en donde fue torturado cruelmente hasta morir.

2 comentarios:

Domingo dijo...

Según parece la historia pudo ser inventada:

http://es.wikipedia.org/wiki/Marco_Atilio_R%C3%A9gulo

Un saludo, Domingo.

Vicente Torres dijo...

El gesto es hermoso, independientemente de que luego se use como pretexto para otras cosas no tan bellas.
Cumplir la palabra dada, por encima de todo, es algo grandioso. Si alguien inventó la historia entonces, bien pudo haber sucedido antes o después.
Saludos