Tal vez, la Ley de Partidos Políticos del Partido Popular fuese un tanto prepotente. Quizá se trataba de anticiparse con una chulería a otra chulería. La que finalmente ha llevado a cabo Ibarretxe, de un modo forzado, valiéndose de un sospechoso fallo electrónico en el Parlamento Vasco, con el apoyo del partido afín a ETA, y desoyendo a buena parte de la sociedad vasca. Las víctimas de ETA, no deben de estar muy felices. Al daño físico y moral, se une una humillación tras otra.
Acaso el PP promulgó esa Ley a causa de sus malas relaciones con el PSOE. Puesto que entre ambos partidos representan a casi todo el electorado español, deberían tener unos cauces de diálogo permanentes, ya que de otra manera los perjudicados somos quienes les pagamos el sueldo. Sus dirigentes deberían ser más humildes.
El PSOE derogó esa Ley. Pero tampoco dialoga con el PP y como consecuencia soporta, uno tras otro, los chantajes de un grupúsculo separatista catalán. Y también los de Ibarretxe, aliado con Otegi, y de nuevo el de ERC.
Pero los chantajes nos humillan a todos los españoles. ¿No habría una fórmula que lograse que Zapatero pudiera gobernar sin el apoyo de ERC? ¿Y qué haría Maragall en ese caso?
Acaso el PP promulgó esa Ley a causa de sus malas relaciones con el PSOE. Puesto que entre ambos partidos representan a casi todo el electorado español, deberían tener unos cauces de diálogo permanentes, ya que de otra manera los perjudicados somos quienes les pagamos el sueldo. Sus dirigentes deberían ser más humildes.
El PSOE derogó esa Ley. Pero tampoco dialoga con el PP y como consecuencia soporta, uno tras otro, los chantajes de un grupúsculo separatista catalán. Y también los de Ibarretxe, aliado con Otegi, y de nuevo el de ERC.
Pero los chantajes nos humillan a todos los españoles. ¿No habría una fórmula que lograse que Zapatero pudiera gobernar sin el apoyo de ERC? ¿Y qué haría Maragall en ese caso?
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