miércoles, febrero 16, 2005

Teatro Romano de Sagunto

En el decenio de los 80, con mayoría absoluta del partido socialista en la Comunidad Valenciana, se llevó a cabo la rehabilitación del Teatro Romano de Sagunto. El Conseller de Cultura era Cipriano Císcar. Se encargaron de llevarla a cabo dos arquitectos de prestigio, Grassi y Portaceli. Su trabajo es correcto desde el punto de vista arquitectónico. La cuestión es que no es legal. Císcar y sus compañeros del partido socialista miraban por encima el hombro a la oposición, a la que consideraban culturalmente inferior. Por tanto hicieron caso omiso de las críticas. Por otro lado, estaban absolutamente seguros de que el PP si llegaba al poder no iba a recurrir ni desmontar la obra. Pero ocurrió que un abogado particular, Juan Marco Molines, recurrió por su cuenta, y como la obra no se ajusta en absoluto a la Ley de Patrimonio, ha ido ganando, uno tras otro, todos los juicios y recursos.
La reversión parece difícil y, desde luego, muy costosa. Todo parece indicar que el Teatro Romano ya nunca podrá volver a ser lo que fue.
El Teatro Romano no es del Partido Socialista ni del Partido Popular, es de todos, y por tanto cualquier modificación sustancial debió ser estudiada y pactada entre todos.
El Partido Popular también actuó por su cuenta y riesgo con Terra Mítica.
Sería deseable que estas prácticas acabaran de una vez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La rehabilitación del teatro fue autorizada no sólo por el Ministerio de Cultura sino también por la R.A. de la Historia y por la R.A. de BB.AA. de San Carlos de Valencia que, sin embargo, no han moderado durante los más de diez años de los procesos la batalla política que tan mal ha acabado. Estas instituciones no han demostrado tener criterio para la conservación del Patrimonio Histórico, pero nadie las nombra.