Creo que fue José Bono quien dijo que las cosas no son de quien las tiene, sino de quien las necesita. Si no recuerdo mal, fue en la toma de posesión, como Presidente de Castilla la Mancha, del Pantano de Alarcón. La frase puede que no sea originariamente suya, pero yo no la conocía anteriormente.
Al traerla a colación tampoco pretendo revolucionar nada, sino simplemente meditar sobre ella. Es lógico que el ser humano intente procurarse comodidades e incluso seguridades. Pero una vez alcanzado un nivel suficiente, quien lo logra, conviene plantearse el destino del sobrante que se sigue acumulando en bastantes casos. Hay tanta hambre en el mundo, que no hacerse esas preguntas resulta incluso cruel. Pero culpar a quienes atesoran sí parece demagógico, porque al hacerlo no se tiene en cuenta a las multitudes que sueñan con atesorar. Si atesorar no fuera el deseo de gran parte de la población, el hecho de tener mucho más de lo necesario no sería tan apetecible.
El ser humano tiene la posibilidad de plantearse otras metas. Una resuelta la subsistencia, no está de más utilizar nuestras capacidades para pensar en la justicia, en las necesidades de quienes tenemos cerca, en las cosas bellas de la vida.
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