martes, septiembre 05, 2006

Las cosas de Alfonso Guerra

Sólo la derecha quiere un Estado residual, para que los grupos económicos puedan campar a sus anchas. La gente con menos medios necesita un Estado fuerte. Un hombre progresista tiene que defender el Estado, que es el que protege a las clases desfavorecidas. El Estado residual sólo lo quiere la derecha y ahora se han apuntado a esto los nacionalistas. Pero hay que dejar claro que socialismo y nacionalismo no tienen nada que ver. El que es socialista no puede ser nacionalista ’’ (Alfonso Guerra, en el mitin de Rodiezmo, León, el 3 de septiembre). El texto anterior está tomado del artículo de hoy de Antonio Papell.
Son dignos de destacar los modales de Alfonso Guerra, al citar a la derecha de un modo despectivo, adjudicando ya de antemano intenciones depredadoras a quienes prefieren esta opción política. El hecho de que este modo de hablar sea habitual en él, no lo hace menos destacable. En tiempos, Alfonso Guerra fue dueño de una librería, por lo que debería exigírsele otro tipo de actitud. Por otro lado, es cierto que el Estado debe tener la capacidad de intervenir, pero igual que puede proteger al débil, puede aplastarlo. No hay más que ver cómo trata el propio partido socialista a sus militantes que disienten de la línea oficial. El Estado debe intervenir allí donde haga falta, para reparar alguna injusticia o carencia, y debe abstenerse en donde no sea necesario. Y es incierto que los nacionalistas quieran que el estado sea residual. Los nacionalistas periféricos españoles se apuntan a todo lo que debilite a España, y por tanto quieren que su Estado sea residual. Los nacionalistas periféricos son solidarios entre ellos, pero odian a los nacionalistas españoles, como si todos los nacionalismos no fueran iguales. Los nacionalistas periféricos quieren que sus estados sean fuertes, precisamente para abrumar y acogotar a quienes no sean nacionalistas. Acierta cuando dice que nacionalismo y socialismo no tienen nada que ver. Sin embargo, hay muchos socialistas nacionalistas. ¿Cómo si no hubiera podido progresar gente como Maragall?

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