domingo, diciembre 11, 2005

El trasplante facial

El trasplante facial viene a ser como la otra cara de la moneda de la cirugía estetica, que a veces es necesaria, pero en otras muchas se lleva a cabo por la vanidad de quienes recurren a ella. El trasplante facial, en cambio, precisa de mucha humildad. Se trata de llevar la cara de otra persona. Recibir sangre, o médula ósea, o el hígado, o el corazón de otro, a veces no genera ningún sentimiento de gratitud. Depende del receptor. Falta ver que ocurrirá con el rostro, cuyo dueño anterior se hará presente en la medida en que se haga uso del espejo.
Lo que realmente importa del ser humano es su pensamiento. Es propio de cada uno, pues ha sido logrado con el propio esfuerzo y con el valor personal a lo hora de elegir entre unas y otras opciones. A la larga, el ser humano tendrá que comenzar a fijarse en lo que realmente vale y no en las apariencias. El trasplante facial viene a hacernos meditar sobre ello.
Quien tenga personalidad propia, llegado el caso, no tendría mayores problemas para aceptar someterse a este tipo de operación, ni tampoco para aceptar la generosidad del donante
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Lo que se come en la Navidad, las guías, la cocina española, los alimentos... Hablar de estos temas con Rafael García Santos es una vía directa al conocimiento. En la crítica gastronómica es un maestro.
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3 comentarios:

Portobello dijo...

Temática dificil. Es como que es más facil llevar un órgano interno de otra persona, pero la cara, es nuestra identidad. Se necesita mucho trabajo psicológico antes y despúes de un transplante semejante. Un abrazo

Inchina dijo...

Bueno, pero la realidad hasta ahora no ha estado tan lejos de algo de este estilo en el ámbito estético o psicológico. Quiero decir, que cuando ciertas personas se someten a varias operaciones de cirugía estética en el rostro, también les puede cambiar mucho la cara y la percepción que tienen de sí mismos.

El avance de todo esto es que hay gente con serios problemas de deformidad, como la mujer a la que se he ha hecho este primer transplante facial, que obtienen de esta forma una oportunidad para verse bien y sentirse uno más, integrado entre todos los demás.

De todas formas aún hay que ver si todas las venas y arterias se unen y si el tejido no es rechazado. ¡Ojalá!

Saludos

Anónimo dijo...

Hola Vicente, Zenia desde:

http://imaginados.blogia.com


Si hay un accidente se justifica muy bien el transplante.
Hay artistas que recurren a él para intentar no dejar de ser jóvenes. ¿Quién no se asume tal como es podrá ser feliz con un transplante?