viernes, septiembre 09, 2005

2500 millones de personas

Dos mil quinientos millones de personas viven con menos de dos dólares diarios. Leemos la noticia y, tal vez, nos encogemos de hombros. Total, la mayoría de los lectores no pertenecemos a la clase de quienes comen, o pueden comer, langosta a diario, por lo que pensamos que la solución no está en nuestras manos.
Sin embargo, sí que podemos meditar acerca de las causas que generan tanta miseria. El ser humano es perfectible y esa característica obliga a la búsqueda de la mejora, impidiendo la quietud. Tratar de ser mejor requiere un esfuerzo que a algunos les parece considerable, motivo por el que pasar a sustituir ese ser mejor por ser más. Ahora bien, para que unos sean más otros han de ser menos. Con lo que nos encontramos con que la prepotencia, tan común entre quienes más habilidad que ésa, es una fuente generadora de pobreza. La locura no impedía a Don Quijote percatarse de la realidad mundana: Bien se ve, Sancho, que eres villano y de aquellos que dicen viva quien vence. ¡Cuánta insolidaridad hay en ese viva quien vence! ¡Cuanto desinterés por el desfavorecido!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que aunque la gran mayoría no pertenezca a las altas esferas todos tenemos la oportunidad de poner nuestro granito de arena.

Hay cientos de problemas e injusticias a la vuelta de la esquina, en nuestro mismo barrio, que podemos ayudar a resolver tan sólo escribiendo "voluntariado" en Google, por ejemplo.

Como dice la famosa frase, act local: think global ... ¿o era al revés? :)

Anónimo dijo...

Saludos Vicente, desde el Caribe en:

http://zeniaregalado.blogia.com

Detrás de la riqueza está la explotación de otros. Por qué unos han de vivir con tanto y otros deben ser como los miserables de Víctor Hubo.
Hay que repartir mejor las ganancias. Ellas se están quedando en los bolsillos de unos pocos.

OjO al Texto dijo...

Vicente: ese desequilibrio es demasiado grande. Y lo vamos a pagar todos en el sentido en que se vienen crisis grandes. Y creo que en dicho momento ya nadie se va a poder encojer de hombros.