sábado, agosto 20, 2005

Incitatus y el coraje

En algún momento de su proceso evolutivo, el ser humano tuvo que darse cuenta de que es perfectible. Y tuvo que ser así, entre otras cosas, porque no tenía más remedio que hacer grandes esfuerzos para ello.
Hoy en día es frecuente ver que se da todo por hecho y también que en lugar de optar por el esfuerzo hay quien se empeña en encontrar ideas geniales que arreglen el mundo.
También tuvieron que darse cuenta nuestros ancestros de que los humanos solos no somos nadie. Que heredamos un cúmulo de saberes y de bienes materiales y espirituales de quienes nos precedieron. Que dado que las cosas son así, lo correcto es poner nuestro granito de arena, contribuir con lo que podamos. Mi amigo Inci es de estos. Cuando cito a Inci como amigo lo hago lleno de satisfacción. Alcanzar su amistad es uno de los premios de la vida por los que vale la pena luchar.
Inci sabe perfectamente que la cualidad humana más valiosa es el valor, porque cuando uno cede cobardemente ya lo ha perdido todo. Inci le echa coraje a la vida, lucha contra la hipocresía y contra la injusticia. Yo soy uno de los que están a su lado y lo estaría aunque fuera el único.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Nosotros seguimos escribiendo el libro pero no somos sus dueños, ¿verdad?

Es bonito ver una amistad en la que se da tanto, y más cómo hablas de ella de una forma tan especial.

Vicente Torres dijo...

Hola, inchina:
Conozco a Inci desde no hace mucho, o sea que no me necesita para nada. Le ofrezco algo innecesario para él, pues, pero que dada su caballerosidad, es un caballo muy caballeroso, ha sabido aceptar. Y me la ha recompensado con creces.
Saludos,

Anónimo dijo...

Yo soy de los que tienen solucion para todo, aunque se que son inaplicables, es una distracción y un alivio personal. Angel Palacios

Anónimo dijo...
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Vicente Torres dijo...

Hola, Ángel:
Debes de tener solución para casi todo.
Saludos,

Anónimo dijo...

No es fácil encontrar esa clase de amigos, cuidalo.

Estoy de acuerdo con que heredamos un cúmulo de saberes y de bienes materiales y espirituales de quienes nos precedieron pero no es menos cierto que arrastramos un lastre que nos pejudica. Los miedos, los prejuicios y las dudas vienen en el mismo lote que el saber.